6 recetas mallorquinas típicas para el verano
En Mallorca cualquier plato se acompaña de un trempó y cualquier comida, cena o merienda se soluciona con un pa amb oli, y en verano mucho más. Los calores estivales invitan a estar lo justo en la cocina, y el menor tiempo posible entre fogones.
Además, el campo mallorquín marca la gastronomía de la temporada: patatas, pimientos, berenjena, tomate… Para aprovechar bien estos productos en MonPort hemos seleccionado 6 recetas típicas del verano mallorquín.
Granada
No se trata de la fruta, que además es propia del principio del otoño, sino de un plato mallorquín que cosecha éxitos allí donde se prepara. Se podría decir que es como un pastel de verdura, pero completamente remasterizado al más puro estilo mallorquín.
Se elabora con berenjenas, fritas, hervidas o hechas al vapor, carne picada, huevos, cebolla y leche, y se acompaña con tomate frito casero. Se suele coronar con pan rallado y unas tiras de pimientos rojos al horno, pero depende de la receta familiar de cada uno.
Este pastel se gratina antes de servirse y se toma frío o caliente, acompañado de arroz, patatas o simplemente una ensalada.
Escudella fresca
En verano se cosechan mongetes de confit -judías pintas- y otro tipo de leguminosas que permiten comer de cuchara sin necesidad de morirse de calor.
La escudella fresca se elabora con judías tiernas, tomate, patatas y calabacín, todo ello cocinado en caldo de ave, o de verduras si se desea una versión vegetariana.
Lo más característico es que el guiso se deja enfriar para tomarlo o bien templado o frío, y disfrutar de un delicioso potaje de verano.
Pescado en escabeche
Caballa, jurel o raya son las variedades que se suelen utilizar para escabechar, ya que también son las más económicas en esta época del año. Es una receta que se utiliza para conservar los alimentos durante más tiempo y que tiene como base el vinagre y el aceite de oliva.
Normalmente se limpia el pescado, se reboza y se acompaña de verduras cocidas para cubrirlo todo con el escabeche. Así es como se obtiene un producto para tomar en frío, acompañando ensaladas, pan con tomate o patatas. Además, es posible prescindir de la fritura y sumergir el pescado cocido en la emulsión de vinagre y aceite.
Sopas mallorquinas de verano
Otra opción para tomar verdura, a temperatura ambiente, y con producto de temporada. Las sopas mallorquinas de verano se elaboran con cebolla, pimientos, tomates en rama y pan de sopas mallorquinas.
Este tipo de pan se corta en rodajas muy finas y se deja secar, o se tuesta para que sea crujiente. A pesar de llamarse “sopa”, este no es un típico plato de cuchara, ya que, al colocar el pan, todo el caldo se absorbe, dejando una comida o cena que se puede acompañar de huevos y que es muy nutritiva.
Tumbet
Esta es una de las recetas estrella de la temporada. Se elabora con berenjena, pimiento y patata, que se cortan en rodajas y se fríen por separado. Luego se colocan por capas alternas, como si fuera una lasaña o una musaka y se riega con salsa de tomate frito casera.
Es un plato bastante pesado, así que lo ideal es acompañarlo de carne a la plancha o una sencilla tortilla. En este caso hay que pasar un ratito en la cocina porque el proceso de limpiar, cortar y freír todas las verduras es un poco largo, pero el resultado es espectacular.
Langosta a la mallorquina
Hace un tiempo en Mallorca la langosta se consideraba comida de pescadores y gentes humildes. Y se preparaba a la mallorquina, que a pesar de no ser tan famosa como su hermana menorquina, también queda deliciosa.
Con la langosta se realiza una caldereta, que suele acompañarse de arroz, aunque el ingrediente principal no es la langosta, sino la cebolla bien tierna, que se tiene que deshacer en la boca.
En este plato es obligatorio mojar el pan.