Artesanía en madera de olivo, muy de Mallorca
La isla de Mallorca, enclavada en el mediterráneo entre el sur de España y el norte de África es cuna y tierra de olivos, muy apreciados por el llamado oro líquido que se elabora con las aceitunas, el aceite, pero también por su madera.
Normalmente estos árboles son utilizados para recolectar olivas, pero cuando tienen que ser podados o talados, la madera pasa a manos de los artesanos mallorquines, especializados en crear todo tipo de instrumentos, especialmente de decoración, de cocina o, por qué no, de ambos.
Por qué se usa madera de olivo
Porque es resistente, flexible, con vetas preciosas que otros árboles no tienen y porque con ella se pueden hacer muebles grandes, objetos de decoración o utensilios diferentes.
Además, la madera de olivo tiene una apariencia única, y el tronco torcido y nudoso tan típico del paisaje mallorquín, genera irregularidades que le dan ese carácter propio.
Es una madera compacta y muy dura, de color crema con contrastes en marrón oscuro y casi negro, y con el paso de los años se va oscureciendo, con lo que su apariencia se embellece todavía más. También es un material muy resistente y que, una vez trabajado, tiene un brillo natural que hace que no sea necesario aplicar otros productos, con lo que también es mucho más respetuosa con el medio ambiente.
La tradición de la artesanía en madera de olivo de Mallorca
La tradición de la artesanía en madera de olivo es propia del centro de Mallorca, aunque se puede encontrar casi cualquier producto fabricado en olivo, en cualquier punto de la isla.
La asociación Artesanos Especialistas en Madera de Olivo inició su labor a mitad de los años 50 del siglo XX en el corazón de Mallorca. Si bien al principio eran una serie de talleres independientes, poco a poco y con la evolución tecnológica y la demanda del mercado, se han unido para ofrecer productos de calidad que se distribuyen por todo el mundo, respetando el medio ambiente y manteniendo la antigua tradición del trabajo de la madera.
Las familias se encargan de dar forma a la madera para fabricar cucharas, cucharones, tablas de cortar, palas de cocina y otros muchísimos objetos que son auténticas obras de arte que típicas de Mallorca.
Así se trabaja la madera de olivo artesanalmente
Trabajar la madera de olivo no es fácil. Hay que ser previsor y apurar al máximo, ya que es un trabajo de precisión casi milimétrica, tanto cuando se realiza de manera manual como cuando se utiliza maquinaria.
Poco a poco se saca un cubo de madera o un rectángulo en bruto, dependiendo de cuál vaya a ser el objetivo final del trabajo, y se empieza a lijar, pulir y, si es necesario, barnizar o dar color a cada pieza.
A veces es necesario incluir pequeños accesorios, como las piezas metálicas que se colocan en los molinillos de pimiento o sal. Con el torno se trabaja a gran velocidad, pero midiendo el uso que se da a cada herramienta para que el resultado sea perfecto.
Cuando la madera adquiere la forma deseada, se la mantiene en un período llamado de “hibernación”, ya que el olivo tiene una madera muy húmeda que se debe dejar secar bien para que no aparezcan ranuras o quiebres con el tiempo, y no se rompa.
Es un proceso lento y detallado, que no hay manera de adelantar o acelerar, y que da como resultado un producto excelente y con la calidad que se requiere.
