De excursión al palacio de Ayamans en Lloseta
Lloseta es un pequeño pueblo del interior de Mallorca, el segundo más pequeño de la isla, situado en la conocida como comarca del Raiguer, cuya capital indiscutible es Inca.
A pesar de su pequeño tamaño, esta localidad esconde muchos lugares de interés, muy buenos restaurantes en los que comer o cenar y casales espectaculares y con mucha historia, como el Palacio de Ayamans.
En Mon Port nos encanta conocer otros pueblos de Mallorca, así que hoy queremos hacer una visita por este palacio señorial, y por el pueblo en el que se encuentra.
El Palacio de Ayamans, al lado de la Iglesia Parroquial
Ocupa una extensión de más de 15.000 metros cuadrados y está justo al lado de la Iglesia Parroquial. El Palacio de Ayamans es una joya arquitectónica, que fue residencia de los condes de Ayamans y los barones de Lloseta.
No queda demasiado de la estructura original y, sabiendo que es un edificio del siglo XVIII, tampoco queda mucha documentación gráfica, sin embargo, ha sido objeto de muchas reconstrucciones y reestructuraciones a lo largo de los siglos, las últimas de ellas a finales del siglo XIX y en el siglo XX.
El antiguo edificio era muy importante, porque funcionaba como sede administrativa o judicial del señorío. Aquí había una antigua posesión, que recibía el nombre de Son Togores y que se fue incorporando a la urbanización de los aledaños del palacio.
En el siglo XX los propietarios de la finca eran la familia March, muy conocida en la isla por su historia, patrimonio y cierta fama de contrabando. Ellos fueron quienes decidieron reformar el interior del palacio y, además de conservar las obras artísticas que quedaban de la anterior propietaria, María Gual y de Togores, contribuyeron con parte de su colección artística al enriquecimiento del edificio.
El arquitecto Gabriel Alomar fue el encargado de la reconstrucción de una nueva fachada, la reforma y la creación de sus maravillosos jardines.
En 1975 la familia March vendió el palacio a la sociedad Lloseta SA, que lo utilizó durante un tiempo para la celebración de actos culturales. Actualmente es propiedad privada, pero se puede ver el jardín desde el exterior, ya que se ha eliminado el muro que lo encerraba.
El mejor piscolabis de Lloseta, el cardenal
El Forn Baixde Lloseta tiene el honor y misión de elaborar el conocido cardenal, que lleva este nombre porque hace sesenta años, en una comida entre amigos de los dueños del horno, uno de ellos exclamó, en relación con este dulce “esto es bocatto di cardinale”
Os recomendamos acercaros y probar uno de estos pastelitos, formados por una base de bizcocho hojaldrado y relleno de nata y merengue que le ha dado más fama si cabe al pueblo de Lloseta.
No en vano en el Forn Baix pasaron de hacer uno o dos a la semana, a tener disponibilidad de una gran cantidad de cardenales todos los días.
Otro de los pueblos con encanto de la isla es Valldemossa, del cual ya hemos hablado en algunas ocasiones en nuestro blog. Si os apetece visitarlo, pero antes queréis saber qué encontraréis, os recomendamos leer este post donde explicamos los lugares más interesantes de esta localidad.