Gastronomía típica de Semana Santa en Mallorca
Las fiestas, vacaciones y celebraciones van siempre acompañadas de una gastronomía típica y especial que sólo se puede encontrar esos días. Para el día de Todos los Santos, se hacen rosarios de dulces y azúcar. En San Valentín nos convertimos en adoradores del chocolate y el champan y en Pascua el cordero es uno de los principales protagonistas en la gastronomía mallorquina típica de Semana Santa.
Platos salados típicos de Semana Santa en Mallorca
Tal vez la comida más típica de la Semana Santa mallorquina sean las empanadas. Aunque en muchas panaderías las podemos encontrar en cualquier época del año, las de Pascua son las más típicas, porque suelen ser de mayor tamaño y lo tradicional es que sean de cordero.
Pero la modernidad ha hecho acto de presencia en la gastronomía de Pascua de la isla y en muchos lugares se hacen mezclas de diferentes tipos de carne, se utilizan alternativas veganas como el tofu, o se rellenan de alimentos un poco más sanos como el pollo.
Dependiendo de dónde nos comamos las empanadas de Pascua, las encontraremos de sepia, de conejo, de cordero con cabello de ángel, con masa salada o masa dulce, pero todas con la misma forma redonda y coronadas con una puntillita.
El segundo plato típico de esta época es el frit, frito de Pascua, y como suele pasar, en cada casa se hace una receta diferente.
El ingrediente común de todos es la freixura o asadura de cordero, pero las verduras y especias que lo acompañan son más variables. Básicamente la receta consiste en ir sofriendo cebolleta, guisantes, pimientos, alcachofa, habas, cebolla, patatas… y condimentarlos con sal, pimienta, guindilla y un par de ramas de hinojo.
Normalmente se come primero el frito, después las empanadas y se acaba con un postre igualmente contundente.
Los dulces típicos de la Semana Santa mallorquina
Días antes de la celebración del Domingo de Pascua, los hogares mallorquines hierven de actividad, porque no sólo se elaboran las tradicionales empanadas, en familia como marca la tradición, sino que además se cocinan los dulces que serán el postre de este día.
Los niños de la casa suelen tener vía libre y confeccionan, con la ayuda de cortapastas de animales, estrellas y flores, las galletas dulces llamadas crespells. Son pastas estrechas, que se cocinan rápidamente en el horno, que ya está caliente por las empanadas, y cuyos ingredientes son azúcar, huevos, harina, aceite y manteca. En algunas casas se añade un poco de zumo de naranja o de limón para darle un toque extra de sabor.
Los robiols siguen la misma receta para hacer la pasta, pero luego se rellenan de las más variadas delicias. Lo tradicional es hacerlo de cabello de ángel o de una mezcla hecha de requesón, huevo, azúcar y canela, aunque la imaginación colectiva ha tenido mucho que decir al respecto.
En los supermercados se venden confituras de todo tipo, crema de chocolate blanco y negro, melazas y otros rellenos dulces para dotar a los robiols de nuevas y fascinantes personalidades.
Y también fruto de la adopción de tradiciones, en muchas mesas se corona la comida de Pascua con una fantástica mona, o con huevos de chocolate que hacen las delicias de prácticamente todos los comensales.
¿Quieres saber más sobre la gastronomía mallorquina? Te recomendamos que leas esta entrada.