Las rutas de senderismo escondidas en la Sierra de Tramontana
La Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, es un tesoro natural que esconde algunas de las rutas de senderismo más impresionantes y menos conocidas de Mallorca. Estas sendas ocultas ofrecen a los aventureros la oportunidad de explorar paisajes vírgenes, alejados del bullicio turístico, y sumergirse en la auténtica belleza de la isla.
1. La Ruta del Carbón en Biniaraix
Una de las rutas menos transitadas, pero más fascinantes es la conocida como la Ruta del Carbón, que parte del pintoresco pueblo de Biniaraix. Este sendero, antaño utilizado por los carboneros locales, se adentra en densos bosques de encinas y atraviesa antiguos hornos de carbón.
El camino, marcado por muros de piedra seca, asciende gradualmente ofreciendo vistas panorámicas del valle de Sóller. A medida que se gana altura, el paisaje cambia dramáticamente, revelando formaciones rocosas esculpidas por el viento y el tiempo. La ruta culmina en un mirador natural desde donde se puede contemplar la costa norte de la isla en días despejados.
2. El Camino de s'Arxiduc en Valldemossa
Aunque el Camino de s'Arxiduc es conocido, pocos se aventuran a recorrerlo en su totalidad. Esta ruta, diseñada por el Archiduque Luis Salvador de Austria en el siglo XIX, ofrece tramos menos frecuentados que son verdaderas joyas ocultas.
Partiendo de Valldemossa, el sendero se eleva rápidamente sobre acantilados vertiginosos. Los tramos menos conocidos incluyen desvíos hacia cuevas escondidas y miradores secretos que ofrecen vistas incomparables de la costa. Uno de estos desvíos conduce a una pequeña ermita abandonada, perfecta para una pausa contemplativa.
3. La Ruta de los Contrabandistas en Banyalbufar
Esta ruta clandestina, utilizada antiguamente por contrabandistas para transportar mercancías ilegales, ofrece una experiencia única para los senderistas más aventureros. El camino, que parte de las afueras de Banyalbufar, desciende por acantilados escarpados hasta llegar a calas ocultas y cuevas marinas.
La ruta requiere cierta destreza y no está señalizada oficialmente, lo que la convierte en un desafío emocionante. Los senderistas deben navegar por estrechos senderos tallados en la roca, algunos de los cuales pasan por antiguos escondites de contrabandistas. Las vistas del mar Mediterráneo y los acantilados son simplemente espectaculares.
4. El Bosque Encantado de Planícia
Cerca de Banyalbufar se encuentra una de las rutas más mágicas y menos conocidas de la Tramuntana: el Bosque Encantado de Planícia. Este sendero se adentra en un bosque antiguo de encinas retorcidas y musgosas que parecen sacadas de un cuento de hadas.
La ruta serpentea entre árboles centenarios, pasando por pequeñas cascadas y arroyos cristalinos. En primavera, el suelo se cubre de un manto de flores silvestres, creando un espectáculo de color y vida. El camino conduce eventualmente a una antigua casa de nieve, utilizada en el pasado para almacenar hielo, ofreciendo un interesante vínculo con la historia local.
5. La Ruta de los Miradores Olvidados en Deià
Partiendo del pueblo de Deià, esta ruta poco frecuentada conecta una serie de miradores antiguos y casi olvidados. El sendero, que en su mayoría sigue viejos caminos de cabras, ofrece vistas espectaculares de la costa y los pueblos de montaña.
Uno de los puntos destacados es un mirador en ruinas que ofrece una vista panorámica de 360 grados de la Tramuntana. Aquí, los senderistas pueden encontrar restos de una antigua torre de vigilancia, recordatorio de los tiempos en que la costa era vigilada para prevenir ataques piratas.
6. El Camino de las Fuentes en Orient
Esta ruta circular, que parte del pequeño pueblo de Orient, es un tesoro escondido para los amantes de la naturaleza. El sendero conecta varias fuentes naturales y manantiales, cada uno con su propio microclima y vegetación única.
A lo largo del camino, los senderistas descubren pequeños oasis verdes, cascadas ocultas y pozas cristalinas. La ruta también pasa por antiguas construcciones de piedra seca, incluyendo norias y sistemas de irrigación tradicionales, ofreciendo una visión fascinante de cómo los antiguos habitantes de la zona gestionaban el agua.
Es importante recordar que muchas de estas rutas no están marcadas oficialmente y pueden requerir habilidades de orientación y preparación adecuada. Se recomienda siempre informarse bien, llevar mapas detallados, suficiente agua y alimentos, y respetar el entorno natural.