Mejores puestas de sol de Mallorca
Serrat le cantó a los atardeceres que regala el Mediterráneo en una de sus canciones más célebres.
Una canción dedicada a ese cielo rojo que, prácticamente a diario, nos deleita con un espectáculo hecho de colores, viento y magia, de tonos rojizos y azulados y al que, por mucho que veamos y veamos y veamos, no llegamos a acostumbrarnos.
Mallorca es famosa por sus cielos y esa hora mágica de luz que disfrutamos a diario.
Las puestas de sol, al entrar en contacto con el mar, adquieren una dimensión que hay que vivir para llegar a sentir.
Por eso, desde MON PORT, os queremos regalar las mejores puestas de sol de Mallorca, un plan inmejorable para reconciliarse con uno mismo.
Mirador de Sa Foradada
El nombre de este mirador con vistas a Sa Foradada es sinónimo de belleza, de verano, de días que huelen a sal, a sol, a pelo enredado y a cervezas sin hora de vuelta a casa.
El sol se esconde y el verano se alarga eternamente en este mirador entre Valldemossa y Deià, un rincón donde el mar, el cielo y la montaña se funden a través de nuestros ojos.
Playa de Ses Covetes
La hora mágica mallorquina, ahí donde el cielo se vuelve dorado, alcanza su máxima expresión en Ses Covetes. El sol reluciente y furioso se esconde, poco a poco, entre las dunas de arena fina.
La playa, prácticamente vacía, respeta en silencio el devenir del espectáculo.
¿Quién dijo que había que disfrutar de las puestas de sol desde lo alto de un mirador?
Consejo: nos atrevemos a decir que un baño al atardecer puede llegar a ser terapéutico.
Sa Calobra
No por ser uno de los puntos más fotografiados deja de ser uno de los más especiales.
Sa Calobra podría ser el resumen perfecto de la belleza mallorquina. Roca y agua, verde de la naturaleza y azul del mar abierto y, además, un camino serpenteante que, aunque de difícil acceso, no lograrás olvidar nunca.
Os aseguramos que ver el sol desaparecer entre las dos rocas del Torrent de Pareis será un recuerdo que os llevaréis para siempre.
Mar abierto
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
Tal y como dijo Alberti en el anterior poema, una de las mejores maneras de disfrutar del sol es desde el mar. Sólo desde el mar.
Si tenéis la oportunidad, os aconsejamos disfrutar de la puesta del sol desde alguna embarcación. Disfrutar del momento en el que el sol se esconde desde la Bahía de Palma con la Seu como telón de fondo conseguirá el objetivo inicial: os reconciliaréis con vosotros mismos. Os lo prometemos.