Los platos más típicos de la cocina mallorquina
Puede que se haya acabado el verano, pero no los planes atractivos.
Mallorca, como siempre decimos y no nos cansaremos de repetir, es una isla maravillosa que guarda sorpresas para todas y cada una de las estaciones. Planes acorde a la meteorología y a las ganas.
Y, gracias a esos grados que hemos ido perdiendo en el termómetro, podemos volver a sacar ollas y cacerolas para hacer o degustar los platos más otoñales y sabrosos de la gastronomía mallorquina.
Desde Mon Port hemos seleccionado algunos de los platos más típicos de la cocina mallorquina. Recetas que van pasando de generación en generación y que varían ligeramente dependiendo de quién cocina. La gastronomía entendida como la memoria de un pueblo o una familia.
1. Arròs brut:
Aunque la traducción literal no haga honor a su sabor, arroz sucio, es una de las recetas más queridas por los mallorquines.
Es un arroz caldoso y muy especiado que, originalmente, se hacía con carne de caza. El color ‘sucio’, una de sus principales características y se construye sobre cuatro especias básicas: canela, pimienta, nuez moscada y clavo.
Al ser un plato de campo, las verduras de temporada suelen ir acompañadas de caracoles o, por ejemplo, de sobrasada.
Es un arroz de sabor poderoso e intenso, ideal para los días nublados.
2. Frito mallorquín
Puede que sea uno de los grandes desconocidos para los visitantes, pero el frito mallorquín es una de las joyas de la corona en la gastronomía mallorquina.
Se trata de una receta que data del siglo XIV, lo que la convierte en una de las más antiguas de la isla. Aunque puede ir acompañado de pescado o verduras, el frito tradicional se hace con carne magra de cerdo o cordero con patatas, pimientos rojos, hígado, cebolletas, guisantes, ajos, aceite de oliva, hinojo, sal y algo de picante para los más osados.
El gran desconocido que, una vez que se prueba, no se olvida nunca.
3. Porcella (Lechona o cochinillo)
Una raza autóctona de cerdos criada en Mallorca hace que la porcella sea uno de los platos estrella de los hogares y cellers mallorquines para las ocasiones especiales.
Su carne tierna y jugosa se adobada con sal, pimienta negra, zumo de limón y aceite de oliva y después acaba rostida al horno. Además, se acompaña de patatas y boniatos.
Un manjar sencillo y riquísimo.
4. Caracoles
Somos conscientes de que es el plato más arriesgado de la lista pero no queremos privaros de una delicia como los caracoles mallorquines.
A diferencia de otros sitios de España, los caracoles mallorquines son más pequeños y no se sirven fritos, sino que después de lavarlos a conciencia, se hace un caldo sabrosísimo con jamón, costilleja, butifarrón, patata, cebolla, tomate, vino, hinojo, hierbabuena, orégano, laurel y guindilla.
Además, no hay caracoles que se precien sin un buen alioli que los acompañe.
Manjares mallorquines para disfrutar de la isla desde el paladar y el estómago.